Cómo hacer que un tatuaje duela menos

Hacerse un tatuaje es un verdadero ritual y para los que realmente disfrutamos tanto de los tatuajes como de cualquier otra forma de expresión del arte de la modificación corporal, hacerse un tatuaje es una experiencia única y con mucho significado. Tatuarse por primera vez en muchas personas genera ciertas dudas e incertidumbres, y la gran mayoría de éstas están relacionadas con el dolor y los procedimientos.


El dolor de los tatuajes

Primero lo primero, permíteme hacerte algunas aclaraciones sobre el tema del dolor. Jamás se puede pronosticar cuánto duele hacerse un tatuaje. Algo que debemos considerar es que si llegamos al local de tatuajes con la idea de que va a doler, probablemente vamos a sugestionarnos y hasta sentir un dolor más intenso, mientras que si llegamos con la idea de que vamos a tatuarnos porque queremos y con la determinación adecuada, probablemente hasta lleguemos a encontrar placentera la experiencia.
En realidad es bastante simple: los tatuajes implican perforar la piel y esto necesariamente conlleva dolor. No importa en qué parte del cuerpo vayas a realizarte el tatuaje ni el tamaño que tenga el diseño, la piel va a ser perforada, así que el dolor se hará presente sí o sí.
Algunas personas tienen más tolerancia que otras al dolor. Hay quienes soportan horas y horas de tatuaje e incluso quienes se realizan tatuajes con métodos antiguos, que implican mayor exposición al dolor, así como también existen personas que se desmayan al ver una aguja... Si eres uno de ellos, bueno, deja de pensar en hacerse un tatuaje.

¿Duele hacerse un tatuaje?

Los tatuajes se realizan de distintas maneras, con distintos tipos de agujas y a distintas profundidades, por lo que es cierto que algunos diseños de acuerdo al delineado del contorno y los tipos de sombra, pueden causar más dolor que otros. En cuanto al dolor en sí, se trata generalmente de un dolor similar al que se produce con una quemadura ligera, acompañado en ocasiones por una pequeña sensación de comezón en la zona.
Las áreas con mayor tejido muscular son en las que generalmente el dolor será más intenso. De todas maneras, un tatuaje es arte, es una marca en tu cuerpo y es un símbolo único que suele representar muchas cosas, por lo que siempre debes estar absolutamente seguro de lo que vas a hacer. Con todas estas aclaraciones, veamos ahora los 5 consejos que siempre funcionan para minimizar el dolor de un tatuaje...

Mantente limpio

Nunca vayas a realizarte un tatuaje bajo el efecto de drogas de cualquier tipo y esto incluye el alcohol. Las drogas provocan que la sangre se vuelva más delgada y cambia ciertos aspectos de su consistencia que pueden provocar tanto un sangrado mayor como una sensibilidad al dolor.


Confía siempre en tu tatuador

Es importante que siempre elijas a un tatuador en el que puedas confiar y con el que tengas una buena relación. Si eliges un tatuador con el que no logras llevarte del todo bien o uno con el que no te sientas realmente cómodo, la experiencia de hacerse un tatuaje puede resultar incómoda y el dolor podrá resultar más notorio. Tengo muchos amigos tatuadores, pero tu eres el cliente y tu eres quien tiene la razón. Aún así: no seas un imbécil, no te pases la sesión a los gritos...


Ten determinación y paciencia

Hacerse un tatuaje correctamente va implicar un tiempo que algunas veces puede ser más largo que otros, pero vale la pena si el tatuaje es verdaderamente una pieza de arte. Por ello debes presentarte a la sesión con determinación y con la paciencia que será necesaria en concordancia al trabajo del artista.


Sé sincero con tu tatuador

Si el proceso te provoca un dolor demasiado molesto, si el dolor es demasiado insoportable o si sientes la necesidad de parar el trabajo es muy importante que le comuniques tu incomodidad al tatuador, ya que puede perjudicar el tatuaje. El tatuador profesional y capacitado para este tipo de situaciones sabrá como actuar brindándote un descanso o bien posponiendo la sesión para continuarla luego y asegurarse de que el proceso se complete adecuadamente.


Intenta mantener la calma

Si el dolor está volviéndose algo intenso, pero crees que aún puedes controlarlo, puedes concentrarte en otras cosas y así distraerte de la situación. Puedes llevar algún reproductor con tus canciones favoritas o las que creas que te pueden ayudar a distraerte del dolor. Irte a tatuar acompañado por alguien que pueda ayudarte con una conversación o bien conversar con el tatuador también es buena idea, aunque ésta última opción no es recomendable ya que puedes distraerlo de su trabajo.
Además de estos consejos para que hacerse un tatuaje duela menos, es muy importante que tengas en cuenta que un tatuaje bien hecho puede ser caro y que nunca debes subestimar el trabajo del artista. Se trata de una marca en tu cuerpo, una obra de arte que quedará allí por siempre, a menos que luego decidas quitar el tatuaje o cubrirlo.

Post Original: Bodyart

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